domingo, 31 de julio de 2011

Buscando los tucunares en la zona de Iquitos; por Eduardo Cañueto


 PESCA EN EL AMAZONAS
La localidad de Iquitos, se encuentra ubicada en el corazón del Amazonas y pertenece a la República de Perú. La ciudad de Iquitos, capital de la Región Loreto , posee atractivos culturales muy interesantes, producto de la fiebre del caucho del siglo pasado. Su centro histórico y su configuración urbana muestran monumentos destacables como la Casa de Hierro, diseñada y construida por Gustave Eiffel, traída desde Europa, antiguas casonas de mosaicos frente al malecón, la Plaza Mayor, su Catedral, el Boulevard, su Museo Regional, el mercado de Belén y el famoso barrio flotante, son algunos monumentos que podemos conocer en excursiones de medio día, en la mañana o en la tarde. Esta localidad se encuentra rodeada por agua, siendo su río más importante "el Amazonas".
El río Amazonas, para aquellos que desconocen, nace de la confluencia de dos ríos peruanos, el río Marañon y el río Ucayali en la localidad de Nauta. Recientemente, se ha descubierto y se ha dado poca difusión, que en realidad el río Amazonas no nace de la confluencia de los dos ríos antes mencionados, sino que el mismo nacería en la región de Arequipa, también en Perú esto sería en la cordillera de los Andes. De ser así, el Amazonas pasaría a ser no solamente el río más caudaloso del mundo, sino que además sería el río más largo del mundo desbancando de este modo al río Nilo del continente africano. Lo cierto que este río inmensamente caudaloso se nutre de innumerable cantidad de ríos importantes la mayoría son de Perú, otros son de Ecuador, de Colombia, y el resto son de Brasil. La explicación previa al relato de pesca tiene validez, porque usualmente se entiende que el Amazonas nace en el  Brasil, salvo para los ecuatorianos que sostienen  nace en su país, y para los colombianos que también se atribuyen lo mismo. Lo cierto que como pescador puedo decir que la pesca amazónica casi siempre es de incumbencia casi exclusivamente brasilera pero, parafraseando a Vicentico “los caminos de la pesca” me han llevado en esta oportunidad hacia la localidad peruana de Iquitos. Esta localidad se encuentra ubicada a 1:45 horas de vuelo desde el aeropuerto internacional de Lima rumbo hacia NE de dicho país quedando por río muy cerca de las fronteras de los países linderos de Ecuador, Colombia, y Brasil. 
La zona de pesca saliendo desde Iquitos, a pesar de ser una región muy poblada que obviamente hace uso de sus recursos naturales, se puede decir que tiene menos presión comercial en la actividad pesquera que en otros sectores amazónicos, el recurso es utilizado artesanalmente por los lugareños para consumo propio utilizando pequeñas redes en los costados del río, y las distintas comunidades en el interior del amazonas siguen pescando con lanzas o flechas también para consumo propio, por lo menos de lo que pude observar en mi estadía en este mágico lugar, que mientras pescaba distintos sonidos escuchaba de la selva, y hasta la oportunidad de ver unos pequeños monos saltando en la copa de unos árboles de la impenetrable selva. 
La zona de pesca deportiva viajando tanto se trata siempre de efectivizar. La agencia para la que me acaba de contratar para coordinar los grupos de pesca de argentinos fundamentalmente, me invito a conocer algunos de los sectores de pesca en los que voy a estar operando con guías avezados del lugar. En esta oportunidad les paso a relatar mi experiencia con la pesca en una de las jornadas: 
El amigo y guía de pesca iquiteño Julio, me paso a buscar a la Posada de Lobo (vaya casualidad el nombre de la posada en donde me estaba alojando) a las 3:30 AM en un taxi muy típico del lugar “las moto taxi”, que les puedo asegurar que cuando visiten este lugar soñaran con estos carros por unos días por la cantidad que hay en el lugar y además porque para cruzar una calle cualquiera del lugar lo tienen que hacer casi corriendo para no ser alcanzado por algunos de estos misiles. Siguiendo con el relato, nos dirigimos hasta el puerto Bellavista, esto es en el cruce del río Nanay con el río Amazonas y ahí nos estaba esperando la lancha ligera para ir río abajo pero hacia a algunos lugares específicos. Me preguntaron que quería pescar, y obviamente les dije que quería la vedette de la zona, “los tucunares o pavón”, y como a pesar de estar en época de vaciante hubo que navegar un poco para asegurar lo más posible la pesca (la época ideal para ir a estos lugares, es decir cuando no llueve tanto y los niveles de agua se encuentran más bajos, pero el clima en el amazonas ha cambiado un poco por el desmonte sin control que tienen haciendo que cambien un poco los calendarios, por ejemplo en el mes de Julio seguía habiendo mucho agua, dificultando la pesca para mi gusto, pero esta actividad que tanto nos gusta  también nos depara este tipo de  sorpresas). El lugar seleccionado para pescar fue pasando el río Napo que baja de Ecuador que al ser muy caudaloso se arman buenas cochas (así denominan los lugareños a especies de lagos bastantes extensos que se arman por inundación) que encierran en su formación una cantidad impresionante de especies.
Claro, así expresado parece fácil sus capturas pero sin embargo no es así, esta pesca encierra algunos misterios y aprendizajes como todas las que uno pueda practicar. Influyen todas las variables conocidas, como la presión, los vientos, la bendita luna, en este caso también el  nivel del agua, su temperatura, etc., etc., y todas las demás excusas que a veces utilizamos nosotros los pescadores para justificar nuestras frustraciones. Una vez llegado al lugar, primero probamos en la cocha de la pequeña comunidad de Santa Rosa, específicamente hablando se trata de unas familias que protegen la zona de pesca, solamente ingresan algunos, ellos nos dejaron entrar y nos llevaron nuestra canoa hasta el lugar de pesca, la lancha la habíamos dejado amarrada en el río Atún Caño, que se conecta con el Napo y el Amazonas. Iniciamos nuestra caminata entonces hasta el lago donde nos llevaban la canoa los pobladores y de ese modo Julio y quien les relata esta historia nos dispusimos a pescar. El lugar de pesca parecía encantado, mucho movimiento de tucunares por la mañana, gigantescas  plantas acuáticas en el lugar, y miles de mariposas dejaban un permanente encanto poético. Con la canoa nos desplazábamos muy lentamente muy cerca de la orilla y de ese modo navegando y rodeados de una espesa vegetación de la que provenían infinitos sonidos comenzamos a hacer nuestros primeros lances, siempre buscando hacia la orilla.
Los lances deben ser casi de precisión fundamentalmente por los árboles que rodean la zona de pesca y por los troncos que hay en el fondo. Se veían los movimientos de los tucunares, pero nosotros no dábamos con ninguno. Por suerte tanto Julio como yo habíamos llevado muchos señuelos para hacer diferentes pruebas, y en la medida que íbamos haciendo diferentes pruebas comenzamos a tener las primeras respuestas. Los tucunares son verdaderamente explosivos y potentes, la presión que ejercen en su pelea creo que debe ser por lo menos cuatro veces mayor que el de su peso. Son ágiles, saltan, se suelen desprender, ofrecen resistencia en todo momento, es una experiencia verdaderamente única y hay que tener en cuenta algunos aspectos que iremos mencionando en las próximas notas, en relación a los señuelos sintéticamente hablando los que funcionaron fueron aquellos de plástico duro que simularon peces pequeños, funcionaron los poppers y hélices, algunas cucharas, y los artificiales medianos de media agua. La hora de pique fue bien temprano, y por la tarde, tarde.
Durante las horas del medio día, cuando calienta más el sol, tuvimos la posibilidad de realizar otro tipo de capturas, en esta oportunidad con carnada, y los lances fueron efectivos tiro a tiro, mostrando la riqueza del lugar. Capturamos algunos zungaros, pirañas, doncellas, y peces torres. Al finalizar la jornada, ya esperando la noche a orillas del majestuoso Amazonas iniciamos nuestros intentos, con equipos más reforzados, con los bagres gigantes del lugar.

                                                                                                                             EDUARDO CAÑUETO
                                                                                                                                 GUÍA DE PESCA




GUÍA DE PESCA: EDUARDO F. CAÑUETO (LOBO DE MAR) 
CONTACTO: AVDA. MONTREAL Nº 1028 - SANTA CLARA DEL MAR - BUENOS AIRES - ARGENTINA 
TELÉFONOS: 0223-4693210; O BIEN 0223-156859522; O BIEN ID 175*8169
EMAIL: lobodemarmdq@yahoo.com.ar

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