MONSTRUOS DE RÍOS, LAS RAYAS AMAZÓNICAS

Uno de los aspectos que más me ha llamado la atención en cada uno de mis viajes de pesca a la amazonia peruana, es la diversidad de peces de sus ríos. Siempre recuerdo mi primera impresión, estaba pescando con mi amigo Ciro, oriundo de la ciudad de Iquitos, en el río Atún Caño, (en realidad este río es un brazo del caudaloso río Napo que se abre de su cauce principal antes de su desembocadura en el  río Amazonas, desembocando también en el río Amazonas donde se encuentra la comunidad de pescadores de Santa Rosa), decía entonces pescábamos en este río y recuerdo haber realizado 11 capturas seguidas de diferentes especies, eran distintos tipos de armados, zungaros, doncellas, alianzas, bagre cola roja, bagre blanco, amarillos, etc., y dos especies de rayas diferentes. El lugar de pesca en el río se presentaba en una parte bastante caudalosa donde pegaba una curva, en ese sitio bajaba un caño (pequeño arroyo) también de la selva, y la pesca era muy abundante. Las especies, salvo las rayas y un alianza, no tenían un gran tamaño, pero la variedad llamaba poderosamente la atención, casi como un capricho de la naturaleza, o como si Dios hubiera elegido ese sitio para hacer la vida. Un lugar increíble de pesca,

El entorno bajando el río desde ese sector hacia la Comunidad de Santa Rosa se configura con muchas casitas amazónicas, con familias enteras que conocen y viven del rio, árboles frondosos, muchas aves, partes del río con correderas en donde en una oportunidad también estuve probando pescar chambiras (payaras o chafalotes). En la desembocadura de este río en el amazonas, se encuentra la comunidad, que desde hace años visito por pesca, visito sus cochas unidas por un pequeño caño donde allí mismo he capturado las mejores arawanas que he visto en toda la amazonia. En esta comunidad de Santa Rosa, viven varios amigos míos, entre ellos los hermanos Milton y Ronal, con quienes compartí el año pasado mi última pesca en el sitio.

La jornada de pesca de ese día venía más que calurosa de las cochas. Habíamos obtenido en pesca el objetivo trazado, la captura de arawanas, algunos tucunares, y buenos fasacos. Esta pesca siempre la realizamos en las cochas en la modalidad de spinning, o baitcast. También hemos pescado en este sitio buenos tucunares en la modalidad de fly cast, pero ese relato quedará para otra nota del blog. Generalmente la mejor pesca en las cochas la vamos a tener en la primera hora de la mañana utilizando señuelos como poppers o paseantes que es lo que le llama  más la atención tanto a los colosos tucus, como a las saltonas arawanas, pero ya al calentar el sol, estas especies empiezan a profundizar, y comenzamos a cambiar algunos señuelos por otros de media agua para seguir con los resultados. En regla general es así, en casi todos los lagos o cochas del amazonas, salvo que esta condición cambié un poco por la turbidez y/o temperatura del agua del momento. Siendo las 10 am, entonces decidimos regresar a descansar un poco, dejando la cocha, y a preparar nuestros equipos para el segundo momento del día en pesca, que era la pesca con carnadas, sobre el mismo rio Atún Caño hacia arriba, sitio que conozco bastante. Mientras los amigos con una atarraya (red de mano) me juntaron algunas carnadas tipo bocachico, y pequeños zungaros que guardamos vivas con agua en un balde, preparamos las embarcaciones con motor, para comenzar la expedición río arriba. Justo cuando armamos todo, y estamos por salir, se acerca el amigo Ronal y me dice, para que van a ir a buscar pesca río arriba, si los zungaros están comiendo en este lugar.

Claro, el que vive del río, el que depende del río, sin ninguna duda que tiene otra apreciación de los hechos. Ronal, estaba viendo la actividad en el río, que nosotros no nos dábamos cuenta. Ahí el me mostró como se movilizaban los cardúmenes  de peces pequeños en su huida, y también me pudo mostrar a doncellas cazando en superficie, eso es lo que me gusta de la actividad, que nunca terminamos de aprender. Obviamente, en ese mismo momento le cambiamos el formato a la salida de pesca, y nos quedamos pescando todos desde orilla.

El primero que logró una captura, fue el amigo Mariano una doncella en su máxima expresión. En Argentina esta especia la llamamos “surubi atigrado” o “pira para”. La captura de Mariano tenía entre 1,15 o 1,25 mts y su peso oscilaba entre los 22 y 25 kg aproximadamente. Luego vinieron otras capturas como bagres blancos, mas doncellas, un alianza pequeño, hasta que la caña del “Negro Veliz” se arqueo en su máxima tensión. No sabíamos de qué se trataba. Si, por intuición decidimos pelearlo desde arriba de la lancha porque empezó a llevar con todo. Arrancamos uno de los motores, Ronal se subió para acompañarme, y el “Negro” peleando la captura de su vida. Lo que no sabíamos lo que era, sacaba nylon del reel a lo loco, por ese motivo lo seguíamos con la embarcación en marcha. De ese modo salimos del río atún caño, e ingresamos en el mismo río Amazonas siempre peleando con el equipo de pesca, lo que estaba enganchado. La fuerza que hacia el “Negro” fuera increíble,  lo aguantamos más de una hora de pelea, el río y la presa nos arrastraba hacia abajo, hasta que explotó uno de los nudos del equipo, y perdimos esa captura. Nos quedamos con las ganas de saber lo que era, pero bueno de eso se trata la pesca, a veces ganan los peces.

Obviamente este tipo de situaciones también sirven para alimentar el imaginario de los pescadores en cuanto a los relatos, imaginario que no tiene límites. Al regresar con la captura frustrada me encuentro a Juancito Mestre con otra gran batalla desde la orilla. Tampoco sabíamos lo que era pero sacaba nylon del carrete como si nada lo sujetara. Con él hicimos lo mismo. Se subió a la lancha y empezamos a pelear esa captura desde arriba de la embarcación a la merced del animal y la correntada. Esto facilita un poco las cosas cuando las presas son grandes, pero nunca en el río, y menos en el Amazonas, debemos perder el gobierno de la embarcación porque hay muchos remolinos, pozones, etc., que se transforma en peligroso. Lo ideal si se tiene que hacer esta maniobra en pesca es acomodar la carga de la embarcación, para que no se desnivele con ningún movimiento a bordo, tener el motor en marcha con el cambio puesto para poder mantener el equilibrio tranquilo. Siempre la seguridad ante todo. Siguiendo con el relato, y luego de una hora y media, logramos ver de qué trataba. Una raya amazónica de más de 80 kg en todo su esplendor. La filmamos, sacamos fotos, y la liberamos. Una gran experiencia con el grupo. Ese día pescamos no menos de 5 o 6 rayas de diversos portes, de las cuáles se trataba de tres especies distintas en la misma zona. La más grande que sacamos, es una especie que habitualmente capturamos en la zona, ya el año anterior, junto al amigo Julio Foldesi, capturamos una igual, otro amigo que capturo la misma especie en otras oportunidades en la zona fue Jorge Uscila, a este en particular, en un día similar de pesca la del relato, partió una caña después de casi dos horas de pelea, no la pudimos sacar, pero el movimiento que hizo cerca nos permitió verla, era un monstruo de río amazónico.

De mi experiencia de pescar rayas en el amazonas peruano, y sus cuencas, les puedo decir que en su mayor porcentaje se trata de la especie “Potamotrygon brachyura”, especie que supera los 200 kg, creo que hay registro de una de 208 kg, son verdaderos colosos de los ríos, obviamente también amenazada por la pesca no controlada de los ríos y por la pérdida lentamente de su hábitat. Esta especie la encontramos básicamente desparramada en casi todas las cuencas y ríos principales de Sudamérica. Esta especie de raya desde arriba, tiene una especie como de caparazón casi impenetrable formado por dentículos, su color predominante es el marrón con manchas de color más suave. Lo que sería su panza tiene la piel más delicada y de color más claro. Su cola se parece a una cinta ancha, más gruesa cerca del cuerpo, y entre el cuerpo y la cola nos encontramos con su aguijón extremadamente peligroso que, cuando se siente atacada lo usa en su defensa. Según el tamaño de la especie, el aguijón puede superar los 30 cm, y su clavada puede penetrar hasta el hueso. Más allá de la gran herida que puede producir el aguijón, este libera una toxina y eso es lo más peligroso del animal. Al finalizar el artículo daremos algunas sugerencias. 

Otra de las rayas capturadas sobre el río Amazonas, en la quebrada de Caceres, cerca de Iquitos, es la que se conoce como raya sol, cuyo verdadero nombre es “Heliotrygon gomesi”, descubierta en el 2011 por primera vez como especie nueva en el río Nanay, también cerca de Iquitos. Este tipo de raya, casualmente capturada por mí el año pasado, tiene un color grisaseo en su característica central, también con manchas y un prominente espolón o aguijón en la cola. La cola de esta especie superaba casi dos veces el largo de su cuerpo, dando latigazos fuera del agua para todas partes. La que capturé oscilaba en los 25 kg aproximadamente.  Otra especie capturada también en algunos ríos como el Tahuayo, Mazan, Atun Caño, y Napo, es la “Heliotrygon Rosai”, igual a la anterior, pero predominando su color rosáceo. El cuerpo de ambas tiene como característica que es bastante circular, no tan lomuda o espesa, más bien cartilaginosa. Y por último, una de las rayas frecuentes en la cuenca amazónica es la gigante de cola corta, tan grande como la primera pero con la particularidad que de estas hay moteadas, rayadas con naranja oscuro, manchadas, negruzcas con manchas blancas, etc. . Esta variable que no figura en los catálogos nos da un dato bastante revelador en relación a las rayas a mi entender: primero que el conocimiento nuestro en relación a la biodiversidad del amazonas, es bastante escaso; y segundo que lograr una descripción de todas las especies del amazonas nos llevaría muchos años. 

SUGERENCIA PARA LA PESCA DE RAYAS EN LOS RÍOS: 

 En principio es importante identificar el pique. La mayoría de las veces, se presenta casi muy parecido a enganchar sin querer una rama o tronco en el fondo del río que se deja llevar por la corriente. Es decir que lo que nosotros podemos creer que es un enganche, puede ser que la raya, nos haya tomado la carnada. 

 Generalmente, como casi todos los sitios donde hay escases de comida en los ríos, el depredador (en este caso la raya), toma la carnada y lleva. Es decir que, antes de dar una clavada, o afirmar el anzuelo, debemos dejar que nos pegue una llevada importante. Muchas de estas especies, llevan en la boca su presa en plena captura, tratando de alejarse lo más que pueden. En algún momento van a parar para engullir su presa, cuando pega la segunda corrida, es cuando debemos clavar para asegurarla. 

 En el caso de las rayas, una vez que comienza su segunda corrida, tenemos que tratar de ganarle en algo porque cada movimiento que realice nos va a sacar mucho nylon del carrete. Suelen buscar en su defensa el fondo fangoso o arenoso para protegerse. Y una vez que ganan el fondo hacen tanta presión (tipo sopapa) que cuesta sacarlas de ahí. 

 Para lograr que desprendan del fondo, una de las técnicas es realizar lo que denomino guitarrita. Es decir, darle a la tanza o sedal de nuestro carrete como si fuera una cuerda de guitarra, para generarle a la raya pequeños movimientos punzantes con la intención que libere del fondo

 Muchas veces la logramos traer hasta la orilla pero no la logramos sacar. En principio, cuando pescamos una es muy probable que haya muchas. Este no es dato menor, al momento no me he dado cuenta porque salen en conjunto a cazar, o aparecen todas al mismo tiempo. Ya sabiendo que es así, no debemos cometer el error de ingresar al agua para apurar la captura, podríamos clavarnos un aguijón de otra raya. De ingresar al agua por algún motivo, la recomendación sería arrastrar los pies para evitar el aguijón de alguna posible raya. 

 En caso de clavar un aguijón debemos buscar asistencia médica lo más rápido posible, pero si tenemos agua caliente o alguna infusión caliente lo ideal es arrojarlo sobre la herida para que fluya más fácilmente la sangre y de ese modo poder liberar la mayor cantidad de toxina del animal que es lo que nos va a dañar. 

 La mejor carnada es la carnada viva, por eso siempre llevamos un balde, o tacho con agua y carnadas para pescar. Los peces elijen y seleccionan también sus alimentos. 

GUÍA DE PESCA: EDUARDO F. CAÑUETO
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